ITACA – Constantito Kavafis

ITACA – Constantino Kavafis. Ediciones Tácitas, 2015. Disponible en @bpdigital.cl

 

itaca

Constantino Kavafis (1863 – 1933), poeta griego, sino el más importante del siglo xx. Publicó poco en vida, casi todo suelto o en dos breves tandas. Hasta que alguien lo leyó, difundió y se extendió por todo occidente. Es que el poema “Itaca” es tan bello. De esos poemas atemporales que revuelven al lector según el momento y etapa de la vida. Es que entre tantas reminiscencias históricas, míticas, aparecen versos potentes, sutiles en veces. Además que todo está medio corrido, con la distancia del que pule las palabras, que perfecciona las imágenes. Y hay mucho de goce y deseo en su escritura, de ir al encuentro, de capturar eso que se pierde.

Si bien sus libros son difíciles de encontrar o bien tienen precios –en Chile- no muy accesibles, está disponible el libro en versión digital en Biblioteca Pública.

Publico cuatro poemas que deseo recordar, compartir y difundir: “Olvido”, «En el puerto», “Itaca” y “El gato”.

 

Olvido

Encerradas dentro de una florería,

bajo las vidrieras, las flores olvidan

cómo es el brillo del sol

y cómo soplan las brisas frescas cuando pasan.

                (Mayo 1896)

 

En el puerto

Joven, de veintiocho años, en un barco de Tinos

llegó Emes a este puerto sirio,

con el propósito de aprender perfumería.

Pero en la travesía se enfermó. Y apenas desembarcó, murió.

Su entierro, muy pobre, se hizo aquí.

Pocas horas antes de morir, algo susurró sobre un “hogar”, sobre “padres muy ancianos”.

Pero quiénes eran ellos nadie lo supo,

ni cuál su patria en el vasto mundo panhelénico.

Mejor. Porque así mientras yace muerto en este puerto,

siempre tendrán sus padres la esperanza de que esté vivo.

 

Itaca

Cuando salgas en el viaje hacia Itaca,

desea que el camino sea largo,

pleno de aventuras, pleno de conocimientos.

A los Lestrigones y a los Cíclopes,

al irritado Poseidón no temas,

tales cosas en tu ruta nunca hallarás,

si elevado se mantiene tu pensamiento,

si una selecta emoción de tu espíritu y tu cuerpo embarga.

A los Lestrigones y a los Cíclopes,

al feroz Poseidón no encontrarás,

si dentro de tu alma no los llevas,

si tu alma no los yergue delante de ti.

Desea que el camino sea largo.

Que sean muchas las mañanas estivales

en que con cuánta dicha, con cuánta alegría

entres a puertos nunca vistos:

detente en mercados fenicios,

y adquiere las bellas mercancías,

ámbares y ébanos, marfiles y corales,

y perfumes voluptuosos de toda clase,

cuanto más abundantes puedas

perfumes voluptuosos;

anda a muchas ciudades egipcias

a aprender y aprender de los sabios.

Siempre en tu pensamiento ten a Itaca.

Llegar hasta allí es tu destino.

Pero no apures tu viaje en absoluto.

Mejor que muchos años dure:

y viejo ancles en la isla,

rico con cuanto ganaste en el camino,

sin esperar que riquezas te dé Itaca.

Itaca te dio el bello viaje.

Sin ella no hubieras salido al camino.

Otras cosas no tiene ya que darte.

Y si pobre la encuentras, Itaca no te ha engañado.

Sabio así como llegaste a ser,

con experiencia tanta,

ya habrás comprendido las Itacas qué es lo que significan.

 

El gato

El gato para la gente común es antipático.

Magnético y misterioso cansa

sus fríos espíritus; y sus graciosos modos

ellos no estiman

…                        

pero es el alma del gato su orgullo.

Su sangre y sus nervios son la libertad.

Nunca son serviles sus miradas.

En lo siempre secreto de sus pasiones,

en la limpidez, en la calma

y belleza de sus actitudes, en la sobriedad

de sus manifestaciones, cuán delicada

pureza de sensaciones se encuentra.

Cuando los gatos se entregan a la ensoñación o duermen

los rodea la frialdad de la visión.

Acaso entonces vagan a su alrededor

fantasmas de antiguos tiempos.

Quizás la visión los conduce a Bubastis,

donde sus templos florecían,

y donde el culto de Ramesos los coronaba,

y cada movimiento de ellos

eran augurios para los sacerdotes.

(1891)

 

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La presente edición la encuentran en la página de la editorial: https://www.edicionestacitas.cl/tienda/product/612_itaca

La traducción ha sido realizada por el profesor chileno Miguel Castillo Didier, uno de los mayores expertos en poesía griega moderna y especialmente en la de Kavafis. La selección, a cargo de Diego Maquieira y Cristóbal Joannon, cubre los poemas que el autor publicó en vida –los “canónicos”, aquellos que repartió de manera privada en hojas sueltas– así como los inéditos, inconclusos y repudiados.

Atributo Detalle
ISBN13 9789568268763
Año 2015
Número Edición 1° Edición
Dimensiones 18,5X12
Encuadernación Rústica
Páginas 133
Colección Colección Sic
Precio Referencia 8000 pesos chilenos
Editorial Ediciones Tácitas

 

4 Libros de Rita Segato en PDF

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Rita Laura Segato es Ph. D. en Antropología Social de la Queen’s University of Belfast. Es profesora del Departamento de Antropología de la Universidad de Brasilia e investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones (CNPQ)

Sus áreas de interés son la comparación en las variaciones de las representaciones de lo mestizo en las diferentes formaciones nacionales de alteridad, con especial interés en el mestizaje como genocidio y blanqueamiento para producir el sujeto incluido de las élites nacionales; mestizajes que producen el no-blanco genérico de los países del continente. El criollo de arriba y el criollo de abajo.

 

Las estructuras elementales de la violencia

Ensayo sobre género entre la antropología, el psicoanálisis y los derechos humanos.

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Los nueve ensayos aquí reunidos analizan aspectos diferentes de la estructura patriarcal que conocemos como «relaciones de género» y apuntan a un modelo de comprensión de la violencia. De toda violencia. Aun admitiendo que se trata e un proyecto osado, no desiste de someterlos al juicio del lector, pues las tesis que le dan unidad, y que acabo recogiendo sintéticamente en el capítulo final , son el resultado de cerca de dos décadas de elaboración y exposición, sobre todo frente a la siempre atenta e inteligente audiencia estudiantil en mis clases de la Universidad de Brasilia.

 

Descarga aquí: Rita-Segato-Las-estructuras-elementales-de-la-violencia

La escritura en el cuerpo de las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez

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Si el acto violento es entendido como mensaje y los crímenes se perciben orquestados en claro estilo responsorial, nos encontramos con una escena donde los actos de violencia se comportan como una lengua capaz de funcionar eficazmente para los entendidos, los avisados, los que hablan, aun cuando no participen directamente en la acción enunciativa. Es por eso que, cuando un sistema de comunicación con un alfabeto violento se instala, es muy difícil desinstalarlo, eliminarlo. La violencia constituida y cristalizada en forma de sistema de comunicación se transforma en un lenguaje estable y pasa a comportarse con el casi-automatismo de cualquier idioma.

Rita segato nos presenta en este texto una hipótesis respecto de este preciso problema: la violencia expresiva. A diferencia de la «violencia instrumental», necesaria en la búsqueda de un cierto fin, la violencia expresiva engloba y concierne a unas relaciones determinadas y comprensibles entre los cuerpos, entre las personas, entre las fuerzas sociales de un territorio. Es una violencia que produce reglas implícitas, a través de las cuales circulan consignas de poder no legales, no evidentes, pero sí efectivas.

Descarga aquí: Segato,Rita – La escritura en el cuerpo de las mujeres asesinadas en Ciudad Juarez

 

La guerra contra las mujeres

Sinopsis:

En el presente volumen, permanecen las formulaciones iniciales de la autora sobre género y violencia: 1) la expresión «violencia sexual» confunde, pues aunque la agresión se ejecute por medios sexuales, la finalidad de la misma no es del orden de lo sexual sino del orden del poder; 2) no se trata de agresiones originadas en la pulsión libidinal traducida en deseo de satisfacción sexual, sino que la libido se orienta aqué al poder y a un mandato de pares o cofrades masculinos que exige una prueba de pertenencia al grupo; 3) lo que refrenda la pertenencia al grupo es un tributo que, mediante exacción, fluye de la posición femenina a la masculina, construyéndola como resultado de ese proceso; 4) la estructura funcional jerárquicamente dispuesta que el mandato de masculinidad origina es análoga al orden mafioso; 5) mediante este tipo de violencia el poder se expresa, se exhibe y se consolida de forma truculenta ante la mirada pública, por lo tanto representando un tipo de violencia expresiva y no instrumental.

Descarga aquí: Segato, Rita – La guerra contra las mujeres

 

Las nuevas formas de la guerra y el cuerpo de las mujeres

Las nuevas formas de la guerra y el cuerpo de las mujeres

En Las nuevas formas de la guerra y el cuerpo de las mujeres, Rita Segato afirma que las nuevas formas de la guerra, caracterizadas por la informalidad, se despliegan hoy en un espacio intersticial que podemos caracterizar como para-estatal porque se encuentra controlado por corporaciones armadas con participación de efectivos estatales y para estatales.

En esa esfera de para-estatalidad en franca expansión, la violencia contra las mujeres ha dejado de ser un efecto colateral de la guerra y se ha transformado en un objetivo estratégico de este nuevo escenario bélico. Se examinan aquí las transformaciones históricas que circundan la informalización de la guerra y la centralidad que asume en ellas una “pedagogía de la crueldad” contra aquéllos que no juegan el papel de antagonistas armados – mujeres y niños – en los enfrentamientos.

Descarga aquí:  Segato, rita. Las nuevas formas de la guerra y el cuerpo de las mujeres

  • [Todos los textos compartidos en esta publicación han sido recopilados de diversas páginas web que permiten descargar y copiar sus textos. El motivo de compartir estos textos es para colaborar con la difusión y acceso a contenidos relacionados con las reflexiones y el trabajo teórico de Rita Segato]

Revista «Le Théatre» – 1919. Francia.

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Cada año se renueva el espíritu de intentar «desocupar la pieza». En aquel intento aparecen objetos que datan de casi 100 años. En su reencuentro, aparece la posibilidad de digitalizar algunas páginas y hacer como si se desocupase la pieza compartiendo la fotografía del objeto guardado.

Les comparto algunas fotografías de tres tomos de la revista «Le Théatre» de Paris, Francia, publicadas entre septiembre, octubre y noviembre de 1919. Las tres revistas se encuentran en un tomo empastado, que fue un regalo recibido el año 2013, en Buenos Aires. Si alguien tiene más información sobre ésta revista, puede comentar más abajo.

Saludos

MS.

 

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«Como la orquídea y la avispa»

«Como la orquídea y la avispa»*

“Nadie sabe lo que puede un cuerpo” es la frase de Spinoza que Deleuze repite en sus escritos. Si un cuerpo no se define por su pertenencia a una especie, sino por los afectos de lo que es capaz, por el grado de su potencia, por los límites móviles de su territorio, entonces no se puede saber lo que puede un cuerpo antes de la experiencia. Por supuesto que hay  algunos encuentros en los que podemos afirmar, con toda seguridad, que serán fatales (la ingestión de determinadas sustancias, el choque con determinados cuerpos), pero para el resto de posibilidades que el azar nos ofrece no podemos saber qué pasará.

Nuestra única orientación ha de ser una preparación a la experimentación. Y esta preparación consiste en no ser imitativos, en no juzgar, en no interpretar mediante las categorías generales de lo que están bien o está mal; esto es, se trata de no reducir la experiencia a lo que se nos da socialmente como ya conocido. Puesto que no sabemos qué puede nuestro cuerpo, de qué afectos es capaz, hasta dónde puede llegar nuestro territorio, hay que probar.

Probar consiste en no juzgar a los existentes sino en sentir si nos convienen o no, si nos aportan fuerzas vitales que ampliarán nuestra potencia o, por el contrario, si nos llevan a la miseria y a la pobreza. Lo que nos conviene puede ser reconocido por dos características: crecimiento y alegría. Ambas son indisolubles. Un crecimiento que no conduce a la alegría puede ocultar la imposición de un territorio que no es el nuestro (como el caballo de carreras convertido en caballo de labranza). Una alegría que no produce crecimiento puede estar larvada de triste resentimiento (la alegría del envidioso cuando ve que le van mal las cosas al que envidia).

Cuestión de amor y de odio, no de juicio. En el amor hay composición de un cuerpo con otro, hay devenir. El devenir es algo que sucede entre dos cosas que se encuentran, y eso que sucede no es del orden del reconocimiento ni del juicio, sino de la captura o el robo. A partir de lo que se es, del propio territorio se extraen partículas en contacto con lo que se deviene: el devenir es un proceso de deseo. En nuestros amores tenemos que ser como la orquídea y la avispa, nos dice Deleuze. La orquídea se ha dejado contagiar por la avispa, adoptando sus colores y sus formas, ha devenido avispa, no porque la orquídea quiere ser como la avispa, sino porque ha incorporado el movimiento de la avispa al suyo propio, de manera que ese devenir constituya el modo de atraer a la avispa, de formar una composición orquídea-avispa. A su vez la avispa se siente capturada por la orquídea, deviene orquídea, no porque la imita, sino porque se deja atrapar en su movimiento.

En la amistad, en el amor, tenemos algo en común con alguien. Pero no se trata de ideas comunes, sino más bien de signos prelingüísticos comunes, por lo que el acercamiento está impulsado por una cierta percepción de esos signos. A veces el otro hace un gesto con la mano al hablar, o se sienta a la mesa de una determinada manera, o sonríe de una particular: percibimos el gesto lleno de gracia infinita, como si estuviera tocando el centro mismo de la vida. Otras veces se trata de frases absolutamente insignificantes – como la manera de decir que se encuentra mal o la forma de referirse a sus familiares –  y que, sin embargo, nos parecen llenas de encanto. En algunas ocasiones el encanto se percibe en los momentos en que una persona pierde un tornillo y muestra su vena particular, su locura. En todos esos momentos se percibe algo que nos conviene, que nos revela algo, que nos enseña algo. Y así nace la amistad, el amor, que nos hace exclamar “quiero que esta persona sea mía y yo espero ser suya”. Como la orquídea y la avispa.

Cada uno de nosotros es una combinación única, una jugada de dados particular, un modo en que la vida se presenta: nuestras esencias particulares. La vida que hay en cada uno de nosotros es un grado de potencia, no es algo fino y dado de una vez por todas, sino algo en continuo devenir, crecimiento y disminución. Sin embargo, cuando asumimos una identidad, sujetamos el desarrollo de nuestra potencia de vida a los deseos, las ideas y las formas de vida propias de esa identidad que se nos incorpora. Las identidades siempre son mayoritarias: “hombre”, “blanco”, “occidental”… El yo personal se nutre de esos deseos, ideas y formas, y no deja que en él prolifere nada que no sea acorde con esa identidad. Aprisionamos la vida. Devenir comienza cuando rompemos las líneas duras del ser. Todos los devenires son minoritarios, ya no están guiados por las identidades. Cada individuo desarrollará entonces la vida en un modo particular pero no personal: las ideas, los deseos, los modos de vida que le invaden y de los que se contagia nacen y se mueven desde más acá o más allá de él mismo, de su yo. Lo individual y particular no es personal, es impersonal, cósmico, mundano.

La vulgaridad y la fealdad están del lado del ser. Pero hay que entender que los peligros y los riesgos están del lado del devenir. La experimentación, la destrucción de la identidad personal, las líneas de fuga nos hacen bordear lo desconocido. Hay que desarrollar una gran prudencia, ser nómada sin acabar siendo exiliado. Hay que aprender a conocerse a sí mismo, experimentar pero encontrando aquello que nos conviene. Y todo ello sin morir en el intento.

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  • Cap. 5 de “El deseo según Gilles Deleuze”. Textos, Larrauri Maite. Dibujo: Max. Tandem ediciones.

Donde Nada (H)era – Quince Años De Teatro Libertario – Diego La Hoz

Portada libro

Portada libro

DONDE NADA (H)ERA es el libro del grupo peruano de teatro Espacio Libre que desde 1999 se ejercita en la práctica libertaria y cotidiana del hacer teatral. En él encontrarán memorias, encuentros, desencuentros, y una larga fila de testigos, que no permitirán que la historia se convierta en fábula oportuna. De esas, ya tenemos muchas en otros libros. El libro de EspacioLibre se piensa a sí mismo. En este tiempo. En este espacio. En esta patria de todos y todas los ciudadanos creadores. EspacioLibre hace y se piensa. Hace y se vuelve a pensar. (Recopilación, selección y textos de Diego La Hoz).

El libro lo pueden leer de modo online en el siguiente link:

http://issuu.com/espaciolibreteatroperu/docs/donde_nada__h_era_-_libro_teatro_pe

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Espacio Libre, es un ejemplo de hidalgía. En un esfuerzo de celebración y de capacidad de convocatoria, ha organizado, editado y publicado un libro de fiesta, a raíz de la excusa no menos importante de cumplir 16 años de experimentación teatral.

El libro autogestionado, a lo largo de sus 280 páginas, comunica las raíces ocultas del crecimiento. Expone los abrazos distantes, revisita testimonios, acompañados de reflexión ante el oficio y la emoción del compartir. Cabe destacar el modo en que han sido agrupado los escritos, ya que permite que los lectores puedan ir y venir según la ruta que decita tomar. Ordena las voces y sus palabras como si compusiera un mapa mundi de la historia del grupo. De ese modo, podemos iniciar la ruta leyendo las palabras de Ernesto Ráez (8) y luego saltar a los «Apuntes (tras)nacionales» (120), para luego disfrutar de los textos teatrales (187) y volver para cruzar los puentes colgantes (42).

Agradezco la oportunidad de estar en este libro (Río Creciente (pág. 45)), porque me hace sentir parte de un mundo creado, un mundo ficticio y por ende «nuestro», el cual más allá de los avatares del cotidiano, seguirá girando para que otras voces se sumen a la maravillosa bicicleta que es Espacio Libre Teatro.

MS.